Garabatos de un caminante

Garabatos de un caminante
Apizaco, Tlaxacala, México

lunes, 9 de mayo de 2011

En honor a Don Guillermo Córtez Núñez

Esta fue mi primer credencial como periodista profesional que utilicé a partir del 19 de enero de 1985. La firma es de don Jaime Marroquín, jefe de Redacción del diario Expreso.
En estos instantes estoy escuchando con nostalgia la canción "California Dreamin' ", interpretado por The Mamas & The Papas. Con esta canción cientos de recuerdos vienen a mí. Es volar en el tiempo y estar de nuevo en Lima, un 18 de junio (el día en que nació mi madre) cuando me reencontré con el señor Jaime Marroquín "sonrisas" y conocí por primera vez al señor Guillermo Córtez Núñez "Cuatacho".
Hace 26 años como a estas horas, son las 8:15, o tal vez una hora más temprano, me sometía a mi primera entrevista de trabajo. Ellos ya me estaban esperando. Mi amigo Javier Cabrera del diario "La Prensa", les había hablado de mí un día anterior y me sacó la cita con los dos hombres de prensa que marcaron una etapa en la historia del periodismo peruano. Esa noche de junio hacía frío en Lima. Yo me había puesto una chompa celeste tipo Jorge Chávez, un saco sport de Barrintong gris con puntitos negros muy pequeñitos, como el hilo del saco y un pantalón de vestir negro y zapatos negros bien lustrados y en la mano derecha un maletín tipo James Bond donde cargaba mis recortes periodísticos que en los veranos de 1983 y 1984 me habían publicado en la primera plana del diario "La Prensa", cuando hice mis practicas profesinales al lado del comandante Méndez, el gordo Gamarra, la señora Rosa, el colorao Montoya, el señor Gamborda, el chiquillo Jaime Bayly, entre otros que ya se me escapan de la memoria como el "muerto fresco" Carlos Espá, los reporteros de policiales: Renato Canales y Pablo Cateriano (El hijo del poeta limeño que una noche se presentó en la Universidad de Piura y Fabiola Morales, hoy política, nos metió casi a la fuerza para escucharlo. Lo bueno que sus poemas urbanos me gustaron) En la Prensa había conocido de vista a don Jaime Marroquín. Esa noche en la jefatura de Redacción del diario Expreso conocí al famoso "Cuatacho". Luego del riguroso formulismo de la presentación y de ser escaneado de pies a cabeza, Don Guillermo mirándome fijamente a los ojos expresó: "Bien ahora muéstrame ¿quién eres? La pregunta fue directa como su mirada que se clavó directamente en mis ojos. Casi temblaba como si estuviera enfermo de fiebre. Hacia frío y comencé a sentir calor como en Piura. Sostenía el portafolios con ambas manos sudorosas. Sabía que en el maletín no había ningún título, ningún certificado de la Universidad de Piura (UDEP), porque me fui a Lima pensando: -trabajo un tiempo en la capital, junto dinero y regreso a la universidad a titularme y de allí regreso otra vez a Lima a seguir trabajando-. Hecho que nunca sucedió, porque nunca más regresé a Piura para acabar mi tesis sobre "La Evolución del Periodista en la Historia Universal: De pregonero a testigo". Pero en fin dejemos ese hecho para otra historia y continuemos con mi relato. En el "James Bond" sólo cargaba periódicos viejos y una credencial de la UDEP del 84, el último año de estudios, con el número 80-2002, era el único documento oficial que tenía de mi institución académica, así que con la voz de temblorosa de un chiquillo provinciano ante un fenómeno del periodismo nacional respondí jugándome el pellejo: -Quiere que le muestre mis papeles de la Universidad, Señor- Don Guillermo Córtez Núñez con la impaciencia de un periodista que siempre quiere la "pepa" de la noticia exclamó: "¡No quiero pajas!... ¡Múestrame que haz escrito!...¡Qué te han publicado!... Mi alma regresó. Mi cuerpo se calmó. El calor se fue. Mis manos sudorosas se secaron y mi espiritu nervioso e inseguro se sosegó. Era otra vez yo, así que con toda la seguridad del mundo abrí mi portafolios y sobre el sofá donde estaba sentado don Guillermo puse uno por uno los diarios viejos de "La Prensa". Uno por uno los fue revisando, mientras le comentaba hasta que guarde silencio por completo: - Esa nota fue de BANDESCO (Banco para el desarrollo de la Construcción) que asaltaron en el verano de 1983. La nota salió a una columna en pimera plana. Esa otra es de los mineros que en 83 llegaron a Lima para tomar las calles amenazando al gobierno de Beláunde con tomar la Plaza de Armas de Lima. Esa vez con el gordo Gamarra, la señora Rosa y reporteros de medios locales e internacionales hicimos guardia frente al palacio de Gobierno. No pasó nada, pero hicimos la nota....(Silencio) Mas la mirada y toda la atención de Córtez Nuñez se centró en una nota firmada con mi nombre en la primera plana del desaparecido diario del jirón de la Unión. Estaba a cuatro columnas con una foto del reportero gráfico Temoche. La foto también llevaba la firma de nuestro viejo y audaz fotógrafo. El jefe de informaciones del turno de la noche, en aquel entonces, el señor Gamborda, nos premió. Publicó la nota con mi nombre abajo del titular y la foto con el nombre del viejo Temoche. La nota fue sobre un suicida que primero escaló un cerro, para luego subirse a una torre de alta tensión suplente en Canto Grande, al sureste de Lima, y amenazaba con lanzarse sino llegaba su esposa. Para cubrir la información, el viejo Temoche y yo también subimos hasta la punta del cerro y desde allí le tomamos las fotos y fuimos testigos del rescate. Cuando la mujer llegó el tipo, que era un panadero ya no podía descender; el miedo, el pánico lo dominó y suplicó a los bomberos que por favor lo bajaran...Las apuestas no se habían hecho esperar y la gente que apostó a favor de su muerte perdió. Don Guillermo después de leer esa nota me preguntó con la misma fuerza y con la misma impaciencia que lo caracterizaba: ¿Cuánto quieres ganar? Mi respuesta le despertó una leve sonrisa, su mirada cambió, sus rasgos faciales se suavizaron y cambiando miradas con el señor Marroquín comentó: -No te vamos a explotar. Te pagaremos 600 mil intis mensuales. Más un vale de comida y movilidad. Empiezas mañana a las dos de la tarde-. En el acto se puso de pie. Me dio la mano y se retiró con la velocidad de un hombre que quiere recuperar el tiempo perdido. Don Jaime Marroquín expresó con su voz suave, lenta y cadenciosa como su andar pasivo: - Mañana vienes directamente a mi oficina para que te hagan tu credencial. Vienes temprano-. Salí feliz. Muy feliz. Eché una mirada rapida a toda la sala de redacción y pensé: -Ya tengo trabajo. Mi primer trabajo... Me pagarán el doble de lo que pedí... Al día siguiente la secretaria de don Marroquin una gordita simpaticona y bien pintadita me hacía mi primera credencial de periodista profesional. Mi primera credencial que me abriría las puertas al mundo de las letras, las máquinas de escribir, al periodismo policial, judicial, de espectáculos; conocería a la "Sombra" Ruíz, al periodista y escritor Isaac Felipe Montoro, al flaco Frank Lambarry, al "Loco" Puente, al viejo Aquijote, a Sergio contreras, a Pedro Chávez, a María Naveda, al Jorge Castañeda, a la señora Gladyz Torres, al señor Vásquez, entre otros que fueron verdaderos maestros de las letras y la fotografía periodística. Cinco días después, con llamada en la primera plana salía mi primera nota publicada en el diario Expreso. Mi primera nota a toda una página y ocho columnas sobre Carlos Gardel, el Hombre Tango... que murió un 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia. Con esta nota sobre mi tocayo argentino Rey del Tango y la Milonga empezaba a hacer mi vida profesional como periodista en la capirucha...