Garabatos de un caminante

Garabatos de un caminante
Apizaco, Tlaxacala, México

sábado, 26 de noviembre de 2016

MI VIEJO Y FIDEL CASTRO: "FIDEL YA ESTÁ EN EL CIELO"

 Al enterarse de la muerte de Fidel Castro, mi viejo se pone de pie frente a la tele y se despide del comandante que en una época guió su vida.


Ha muerto Fidel Castro...
Y hoy he visto llorar a mi viejo.
Ha muerto Fidel
y mi viejo con lágrimas en los ojos,
la mano derecha en el pecho,
su cabeza descubierta
de pie como un marino
solemnemente me dijo:
"Fidel ya está en el cielo".


Mientras unos lloran su muerte
y otros bailan de alegría,
mi viejo acongojado
y con lágrimas en los ojos
me dice:
"Yo soy Fidelista".


Y recuerda sus días en el APRA REBELDE
cuando corría gritando
por las calles chiclayanas!
¡Viva, Fidel Castro!
¡Viva la Revolución Cubana!


Y recuerda Luis de la Puente Uceda..
Y a los muertos de Mesa Pelada.


Y recuerda a sus amigos:
Gasco, Inochio, Quesquen
y al chino Rivera...
todos sus amigos del MIR,
del APRA REBELDE.


Y recuerda que no viajó a Cuba,
que su boleto se lo dio al chino Rivera
y comenta:
"Hubiese conocido personalmente a Fidel"...


Hace una pausa,
se seca las lágrimas
y con una sonrisa de esperanza
afirma:
"Fidel ya está en el Cielo"....


(Mi padre Edmundo Cabrejos Heredia
tiene 86 años, como marino estuvo
en la Revolución del 3 de Octubre de 1948,
en el Callao.
En la época de Odría
perteneció al APRA REBELDE.
Es un gran admirador de Zapata
y Pacho Villa.....
Lo quiero con todo mi corazón)

lunes, 21 de noviembre de 2016

TERRORSIMO DE ESTADO EN MÉXICO

A todos mis amigos 
les quiero decir:
Hace 26 años llegué a México
y sentí que era un lugar de paz y alegría.
Había salido de mi patria herida por una guerra fraticida.
Había conocido el dolor de la raza negra olvidada al norte de Quito,

sin luz, ni agua, ni servicios...
Había visto el dolor y el hambre en Turbo, Colombia.

Aquí  no tiraban los huesos a la basura, 
ni se los daban a los perros...
Eran huesos que los hervían una y otra vez para hacer un caldo de res

para calmar el hambre...
En Panamá, una vez más era detenido...
Una vez más era sometido a preguntas y más preguntas...

Tantas preguntas me recordaron al  pentagonito.
de donde salí libre,
luego de un par de horas 
de preguntas y más preguntas 
sólo por ser periodista y portar una cámara fotográfica.
Pero acá en Panamá fue diferente...
El cara de Piña (Noriega)

no quería periodistas extranjeros en su tierra,
y por ser periodistas nos detuvieron
y por ser periodistas agentes del G2
nos interrogaron hasta el cansancio
y por ser periodistas
nos corrieron a Costa Rica.
¡Oh, Costa Rica!..
Costa Rica, Costa Rica la bella, 

Costa Rica la segura y ordenada, con su gente alegre, cortés y amable... 
Pero no me agradó su comida.. 
(Ja, ja..ja..Soy chiclayano, soy peruano
y tengo buen diente, ja...)
El Salvador...

Allí sí conocí a los cojos, 
al los tuertos, 
a los mutilados, a los paralíticos, a los bolitos, a
los hijos de otra guerra fraticida...
Y en Guatemala conocí a esa bella cónsul gordita y soñadora, que tenía vocación de periodista y quería hablar todo el día;
pero Alberto y yo sólo queríamos seguir nuestra travesía...

Así, entre el hambre y el dolor con mi viejo amigo llegamos a México...
Al México de los finales de los 88
que podía recorrer a pie de día y de noche
de noche y de día....
Al México de los 80 que te abría sus puertas
con tanta inocencia...
con tanta alegría...
Ese era el México que conocí
el que me permitía entrar hasta las entrañas del viejo EXCELSIOR
sin que me parara un solo policía...
Ese el México del cual me enamoré
el que me permitía ir de bar en bar
de cantina en cantina,
que me permitía soñar
y anhelar que mi Perú
volvería a ser así, 

un remanso de paz y alegría,
algún  día...
Ese era el México del cual me enamoré
el México en el cual podía respirar libertad y alegría...

El México de la generosidad y la abundancia.
Pero, hoy al cabo de 26 años
Este México lindo y querido,
que amo como a mi patria peruana
se desangra
Está herido
Le faltan 43 estudiantes,
43 seres humanos
que gritan, junto, con 100 millones de mexicanos
que ya estamos hartos del terrorismo de Estado.

Mexico hoy en día está sumido en el miedo,
en la desesperanza,
en la falta de Fe...

Está sumido en un tremendo dolor
un dolor de espanto, que sólo puede
ser provocado
por el terrorismo de Estado.

                                            Carlos Cabrejos
                                            México 21 de  noviembre del 2014