No habia visto tanto terror en los ojos de las personas desde aquella noche cuando un comando del Movimiento Revolucionario "Tupac Amaru", atacó el casino de la Guardia Civil del Perú, en la avenida Garcilaso de la Vega, del centro histórico de Lima.
Esa noche los terroristas mataron de un tiro en la frente a un oficial de policía y a balazos tomaron el local de la policía limeña.
Cientos de estudiantes, de las academias preuniversitarias vecinas fueron desalojados de sus aulas entre balazos, gritos, llanto y nerviosismo extremo.
Los jovencitos entre 17 y 20 años, con los rostros consumidos por el miedo, eran conducidos torpemente a la calle; mientras policías de asalto trataban de ingresar al casino para capturar a los terroristas, que finalmente lograron darse a la fuga aprovechando el laberinto de miedo y terror que se desató en la antigua avenida Wilson, frente a las viejas instalaciones de los diarios "Correo" y "Ojo", donde trabajaba como redactor policial.
Esas mismas escenas de espanto, pánico, miedo e histeria colectiva se volvieron a vivir los días miércoles 5 y jueves 6 de septiembre del presente año.
Mas esta vez el escenario era diferente. No estaba en la convulsionada Lima de los 80, sino entre los pujantes municipios de Los Reyes la Paz y Ciudad Nezahualcóyotl.
Para ser exactos, el miércoles 5 desde las tres de la tarde había recorrido, visitando a mis clientes, las zonas de Ancón y Valle de los Reyes. Luego a eso de las 6 de la tarde estaba en la colonia La Floresta y por último me dirigí a la colonia Reforma. Así llegué hasta la librería y papelería de un antiguo cliente, cuando vimos que la gente del mercado Reforma comenzó a alborotarse y a gritar: ¡Cierren todo, cierren todoo.. Ahí vienen... ahí vienen!...
Eran casi las siete de la tarde-noche cuando una señora que vende comida gritó: ¡Son los de la familia Michoacana!....Son los de la familia que vienen saqueando y robando negocios...
Me acerqué a la señora y le pregunté: ¿Cómo sabe que son los de la familia michoacana?
Respondió:- Son ellos, señor. Ellos andan exotorsionando por todos lados...Por esa razón ya cerraron los que vendían pozole en la avenida 9-... Sin decir más tomó sus cosas y se marchó corriendo, en tanto mi cliente decía: -Ni modo, don Carlos...Voy a cerrar el changarro...Sin protocolos bajó su cortina. Yo monté una vez más mi bicicleta, mientras veía a la gente pasar corriendo gritando presas de miedo: ¡Ahí vienen...Ahí vienen!....
Taqueros, paperos, churreros, vendedores ambulantes, todos corrían con sus mercancías rumbo a sus casas, o a un lugar seguro, mientras el ruido de las cortinas que caían velozmente indicaban el cierre de miles de negocios.
En tanto observaba como los negocios se iban cerrando uno tras otro y como la gente presa del pánico corría de un lugar a otro, fui hasta la gasolinera que está ubicada entre la calle 9 y la avenida Pantitlán.
Allí las despachadoras estaban nerviosas viendo como 15 motopatrulleros de la policía de Nezahualcóyolt, se concentraban en esa transitada esquina para recibir órdenes.
Con disimulo me acerqué hasta uno de ellos, que tenía una radio en la mano, para cerciorarme de lo que realmente estaba ocurriendo, porque la gente gritaba que estaban saqueando los negocios de la avenida Texcoco, que había balaceras y quema de micros y combis del transpoprte publico en los Reyes. Pero la verdad miraba hacia el cielo de los Reyes para ver si había humo, pero no había nada, no se escuchaba más que los gritos de terror de la gente y el ruido ensordecedor de las patrullas, de las sirenas de las motos, cuando el policía gritö:¡ Vámonos!... El rugido de 15 motos a la vez y las sirenas a todo volumen aumentó aún más la histeria. Los quince motopatrulleros se dirigieron rumbo a San Agustín Atlapulco.
El caos era enceguecedor, la gente seguía corriendo mientras cientos de negocios cerraban y otros curiosos salían a las puertas de sus casas a ver que estaba ocurriendo, pero no se apreciaba nada. Sólo gente gritando como loca: ¡Ahí vienen...Ahí vienen!... Y otros llenos de terror hablando por su celular.
Entonces decidí regresar a casa, pero cruzando San Agustín Atlapulco por donde se habían ido los motopatrulleros. Y fue, allí en San Agustín Atlapulco, donde oí a la gente gritar: ¡Ahí vienen...ahí vienen...Los antorchistas!..¡Son los antorchistas!..¡Son los antorchistas!... Ahora ya no decían que era los de la familia michoacana, le echaban la culpa a los antorchistas.
Cruce San Agustín hasta la avenida Chimalhuacán, por el mercadito de Izcalli y la locura y el miedo continuaban. Nadie veía nada, sólo el rumor de ¡Ahí vienen..ahí vienen!...Se extendía como un reguero de pólvora...Se extendía cada vez más rápido y como una ola humana en el estadiol Azteca pronto los negocios quedaron totalmente cerrados y las calles vacías.
Llegué a mi casa, le dije a mi esposa lo que estaba pasando. No había terminando de contarle, cuando vimos a la señora del pan levantar su puesto y huir corriendo a su casa con el grito en la boca de:¡Ahí vienen...Ahí vienen!...
Entonces le dije a mi esposa van a ser las 8 de la noche, vamos al Chedraui por la leche y de allí vamos a recoger a Carlitos; pero el miedo como una mancha voraz se había apoderado de toda la colonia y, sin exagerar, de todo Nezahualcóyolt. Las tiendas estaban cerradas y los vecinos gritaban: ¡No salgan ahí vienen los antorchistas!...
Sin pensarlo más mi esposa y yo fuimos a la escuela de mi hijo sobre la avenida Amanecer Ranchero.
Era increíble ver como todas las calles de la colonia Esperanza estaban vacías. Muertas, presas de miedo. Sólo habían padres y madres de familia corriendo con el rostro llenos de terror hacia la escuela secundaria técnica 39. Entonces, comencé a gritarle a las personas que pasaban por mi lado. ¡No corran!...¡No pasa nada!...Yo vengo de los Reyes, el pedo es allá...¡Aquí no posa nada!...¡Tránquilos..! Pero, nadie me escuhaba sólo un padre de familia con los ojos abiertos de espanto se detuvo y me escuchó, luego se fue mucho más tranquilo con su chiquillo de la mano.
Así tratando de calmar a la gente que pasaba por nuestro lado llegamos a la escuela, donde el director Sergio Villegas y sus profesores trataban de calmar a cientos de alumnos del turno vespertino. Muchas niñas de secundaria estaban llorando, mientrras los niños no sabían que hacer y se juntaron en medio del patio de la escuela.
Hablé con el director Villegas y le dijé;: Soy periodista....No pasa nada...son sólo rumores. El profesor me dio la razón; pero los padres de familia estaban aterrados y entre ellos se empujaban unos contra otros como si fuera el fin del mundo. Más daño se causaron entre ellos, que no lograban razonar ni mantener la calma.
En medio del patio encontré a mi hijo Carlos y le dije que no pasaba nada, que sólo era trerrorismo blanco y que había que mantener la calma. Mi hijo entendió y enseguida fuimos por su amigo Alejandro Bolaños, que estaba en el taller de Electricidad. Hablé con el maestro de electricidad y con los niños de ese taller, quienes después de escucharme se calmaron y comentaron: "Entonces es mentira, que la familia michoacana esté atacando las escuelas". -Así es-, les confirmé.
Regresamos a casa. Dejé Alejandro con su familia. Hablé con su mamá comprendió la situación y mi esposa y yo esperamos las noticias de las 10.30 de la noche.
En tanto me metí a internet y pude confirmar que todo el laberinto surgió en San Vicente Chicoloapán donde se enfrentaron dos grupos de mototaxistas, por la posición de un lugar.
Este enfrentamiento dejó un muerto más de 30 heridos y algunos detenidos.
PERIODISMO DOGMÁTICO
Una hora más tarde sintonizamos el "Canal de las Estrellas", para escuchar el noticiero de Joaquín López Doriga.
Como periodista pensé, y así se lo dije a mi esposa, que lo que estaba ocurriendo en Neza sería noticia de primera plana, que abriría el noticiero nocturno; pero jamás me imaginé que López Doriga no diera nada al respecto.
Le dio mayor cobertura al ataque a un camarógrafo de televisa que a la noticia del momento:Ciudad Nezahualcóyotl., Los Reyes La Paz y Chimalhucán estaban paralizados por el miedo.
Más de cuatro millones de personas habian sido víctimas del pánico, la histeria, el terror y el miedo surgido por un rumor, que sólo se puede comparar con la histeria que provocó el programa radiofónico de Orson Welles: "La Guerra de los Mundos".
En aquella ocasión (1938), Wells, transmitó su programa como un noticiero de último minuto lo que provocó el miedo y el terror en los ciudadanos de Nueva Jersey y Nueva York, que pensaron que estaban siendo víctimas de una invasión extraterrestre. Finalmente Wells tuvo que ofrecer disculpas publicas para lograr otra vez la aceptación de los radioescuchas.
Sin embargo, Joaquín López doriga sólo se limitó a dar un informe oficial de los voceros de los gobiernos municipales de Neza, del Distrito federal y del gobierno federal; pero, esa mismo noche, no mandó a sus reporteros a cerciorarse de lo que realmente estaba pasando acá en la zona oriente del Distrito Federal. Mi esposa quedó muy decepcionada del noticiero.
López doriga daba su versión como un dogma de fe y nosotros estábamos viviendo una realidad indescriptible. El miedo se había apoderado de Neza y los municipios vecinos.
JUEVES 6 DE SETIEMBRE
A la mañana siguiente puse el noticiero de Carmen Aristegui para saber que estaba pasando, pero nada.
Nadie hablaba realmente lo que los ciudadanos de ciudad Nezahualcóyotl habíamos vivido la noche del miércoles.
Parecía que los habitantes de esta zona estábamos solos, hundidos en el olvido y víctimas de los rumores que se volvieron a repetir al mediodía del jueves 6 de septiembre.
Así, a la una treinta de la, cuando me disponía a llevar a mi hijo a su escuela, los vecinos otra vez comenzaron a gritar: ¡Ahí vienen!...¡Ahí vienen!..
Me asomé a mi ventana y vi como la señora de la tortillería a tropezones, cayéndose y levantándose metía a sus hijos de 14 y 12 años a su negocio, mientras le pedía ayuda a don Bernardo, un taxista, para que le socorra y bajé la cortina de su negocio. Ella por los nervios no la podía bajar.
A lo lejos vi como otra mujer al intentar correr se tropezó y cayó en medio de la calle. Gracias a Dios no pasó ningún coche y fue socorrida por uno de sus vecinos.
Mi vecino de la tienda de al lado sin pensarlo más bajó su cortina de un solo golpe. Entonces pensé: - Esto no puede estar sucediendo otra vez-. Y le dije a mi hija, Rosi, por si acaso, yo llevaré a Carlitos a la escuela-. Pero al bajar llegó nuestra vecina, que es maestra y entre gritos y llorando me dijo: ¡No, señor!....No lleve a Carlitos a la escuela..... Por un día que falte no va a pasar nada... Esto está bien feo...No lo lleve, por favor!..Al ver a la maestra América, tan angustiada, nerviosa y sollozando, decidí dejar a mi hijo en casa; pero como periodista quería saber la verdad y salí en mi bici a recorrer los alrededores y tomar fotografás.
No había nada. Sólo eran rumores. Fui a la avenidad Kennedy donde decían que había un enfretamiento y no había nada. Fui a la Bamba, no había nada. Me dijeron que en el tianguis de los jueves en la avenida Tepozanes ocurrió una balacera. Fui a confirmar, los tianguistas estaban en sus puestos y los vecinos del mercado me dijeron que el dueño de un comercio ubicado entre la avenida Tepozanes y Amancer Ranchero se espantó ante el grito de la gente y por eso disparó al aire ocasionando una estampida humana.
Pero, por ningún lado habían grupos de delincuentes o grupos de personas saqueando y robando comercios, ni baleando escuelas, ni quemando combis, ni micros, sólo había el rumor de la gente que gritaba: ¡Ahí vienen!...
Rumor que provocó terror en la población del oriente del Distrito Federal y paralizó el comercio y la vida normal de nuestro municipio, Nezahualcóyotl, y de los municipios vecinos como los Reyes la Paz, Chimalhuacán, Chalco y las delegaciones defeñas como Iztapalapa, Iztacalco y Tlahuac..
¿QUÉ ES EL RUMOR?
Ante este fenómeno social es importante saber qué es un rumor y el poder manipulador que tiene. A continuación pegamos la definición de rumor de acuerdo a wikipedia, definición que se me hace muy interesante conocer, porque el rumor del "Ahí vienen" se difundió a través de las redes sociales, tal como lo demostraron las autoridades locales, del gobierno del D.F. y del Estado Mexicano
Rumor o rumores son especulaciones no confirmadas que
se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, y que
condicionan el comportamiento de los demás por encima de la información
objetiva. Al no ser información
contrastada, rara vez se difunde de forma abierta, aunque esto no
impide que se extienda de forma rápida. La forma tradicional y más usada
de extender un rumor ha sido siempre el "boca a boca", pero con la
aparición de internet, la sociedad ha aprovechado el anonimato que da este medio para extender todo tipo de rumores.Los rumores transmiten con enorme eficiencia la información social ya que tienen un enorme potencial manipulador, porque las personas tendemos a ajustar nuestra propia visión del mundo, a la percepción de éste que tienen los otros.
Ha sido y es usado tanto como herramienta política como comercial, aparte del uso individual que le dan las personas anónimas para aventajar a alguien o a algo, o simplemente dejarle en mal lugar sin beneficio directo para el que inicia el rumor. También hay rumores cuya única finalidad es la diversión, tengan o no efectos negativos. Algunos de estos rumores iniciados como una broma, no tienen posibilidad de ser demostrados como falsos ni como auténticos, y si perduran en el tiempo, acaban convirtiéndose en leyendas urbanas.
El rumor nunca tiene una fuente definida, aunque casi siempre trata de ubicar la fuente de la información lo más cerca posible del objeto sobre el que se informa.
Desde un punto de vista positivo, el rumor se asocia con una medida para conocer la fuerza de la comunicación de una organización o de un tema determinado en los medios de comunicación.
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