Garabatos de un caminante

Garabatos de un caminante
Apizaco, Tlaxacala, México

sábado, 30 de abril de 2011

JUGUETE DE GUSANOS

Hotel Crillón de Lima
Hace tres días leía en el Comercio que un turista belga se suicidó en un hotel limeño dejando dinero y una nota para su sepelio.
La noticia me comovió y me hizo recordar el invierno de 1985 cuando trabajaba en el diario Expreso y al viejo Aquijote, reportero gráfico y a mí nos mandaron al hotel Crillón, frente a la Plaza San Martín, en el centro de Lima, para cubrir el caso de una turista italiana que había sido encontrada muerta en su habitación.
El Crillón estaba acordonado. Eran días violentos en la capirucha mazamorrera y decidimos mejor ir a la Morgue, ubicada en el jirón Cangallo, atrás del edificio de "San Fernando", donde estaba la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de "San Marcos".
Fue una buena decisión. Cuando llegamos a la morgue a recabar información con el médico forense, el cadáver de la italiana ya estaba allí acostado totalmente desnudo en la plancha de mármol listo pata ser abierto.
Era una mujer tan hermosa, su piel tan fresca y rosada que aún muerta no podía ocultar su hermosura. Y en lugar de tomar datos comencé a expulsar el siguiente poema:

JUGUETE DE GUSANOS
Como una rosa rosa
yace el cuepo inerte
sobre el frío mármol.
Gris helado de invierno
a la primavera
le arrebatas su alegría,
a sus hermosos senos
le marchitas su encanto
endureciendo al cuerpo
que un día fue
salvaje, terso y lozano.

Hoy tan sólo
es una fantasía
una rosa inmóvil,
mañana será
juguete de gusanos.


El viejo Aquijote al ver que escribía el poema en mis hojas de redacción dobladas en tres, en un tríptico, para tomar datos, dijo: -Luego me regalas tu poema, ahora toma datos, que el forense ya va abrir a la muerta-.
La mujer murió de una sobredosis de clorhidrtao de cocaína. Muchos turistas, en esos días llegaban al Perú para drogarse en Marcahuasi y en especial en el Cuzco.




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