Al pequeño Miguel lo conozco desde niño, desde que iba al jardín de niños con mi hija Alicia,
desde que comenzó a crecer y la vida lo trató con la punta del pie primero llevándose a su padre y años después a su madre. El pequeño Miguel quedó huérfano, sólo con el apoyo de sus hermanos y el deseo de salir adelante evitó caer en las garras de la soledad y el vicio y se ha convertido en un joven empresario restaurantero. (Hecho en México)
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