Garabatos de un caminante

Garabatos de un caminante
Apizaco, Tlaxacala, México

lunes, 17 de enero de 2011

Taquile

En medio del Lago Titicaca la isla Taquile es un monumento a la historia viva del Perú.

Sus pobladores mantienen una organización social ancestral y todos se benefician económicamente del turismo nacional e internacional que visita la isla durante todo el año. En Taquile no hay hoteles. Los comuneros hospedan a los visitantes y se duerme en camas de piedras cubiertas por pieles de chivos u ovejas. Es como volver al pasado.
En el verano de 1988 visité la isla y me quedé impresionado al sentir la paz, la armonía y la serenidad de los taliqueños, contrario al ambiente de terror que vivíamos en Lima. Y en medio de ese ambiente de tranquilidad escribí el siguiente poema:


La quietud del lago
es el rostro sereno de tus hijos

¡Taquile!

El vaiven silencioso del lago
es el paso contemplativo de tus hijos

¡Taquile!

El horizonte del lago
es la sonrisa sincera de tus hijos

¡Taquile!

El frío del lago
es la reciedumbre de tus hijos

¡Taquile!

La lluvia en el lago
es el llanto de tus hijos

¡Taquile!

Los truenos sobre el lago
son los gritos de furia de tus hijos

¡Taquile!

Los rayos sobre el lago
son la luz de los ojos de tus hijos

¡Taquile!

La isla en medio del lago
es el corazón noble de tus hijos

¡Taquile!

El cielo azul encima del lago
es el alma inocente de tus hijos

¡Taquile!

Las piedras milenarias de la isla,
la fortaleza de tus hijos

¡Taquile!

La kantuta,
las manos tejedoras de tus hijos

¡Taquile!


¡Taquile es la paz del lago!
¡Taquile es la paz del hombre!
¡Taquile es la paz de los hijos del sol!


Carlos Cabrejos Bocanegra (Taquile 1988)






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