Garabatos de un caminante

Garabatos de un caminante
Apizaco, Tlaxacala, México

domingo, 9 de diciembre de 2012

MIS ABUELOS MATERNOS

                 Mis abuelos Grimaldo Bocanegra Lozano y Rosa Medina Miranda



                    Descansen en paz
    





      
El 2012 está acabando. Pronto celebraré mi vigésima cuarta navidad en México y hace unos días mi primo, Raphael Bocanegra, me hizo recordar a mis difuntos abuelos.
Raphael nació en los 90 y nunca tuvo la oportunidad de convivir con ellos, tal como lo hice yo aunque sea por un corto tiempo; pues mi abuela Rosa murió un 9 de noviembre de 1969, cuando yo tenía ocho años de edad. 
Era muy pequeño cuando murió mi abuela, pero aún la recuerdo con mucho cariño atendiendo la tienda de abarrotes que tenía en su casa, en la calle 8 de octubre, en el centro de la ciudad Chiclayo.
Aún la recuerdo despachando arroz, azúcar, gaseosas, ron de quemar, querosene, dulces, cigarrillos, chocolates; pero lo que más extraño de ella eran sus cocaditas de leche y chancaca. Cocaditas que acá en la casa de vez en cuando les preparo a mi esposa y mis hijos con leche evaporada, leche condensada o piloncillo.
Son ya poco los recuerdos que tengo de esa mujer de la sierra de Cajamarca, de esa señora de Conchán que un día se casó con mi abuelo y como fruto de su amor tuvieron 7 hijos y adoptaron uno más porque así eran ellos, una pareja con un enorme corazón.
No sé porque Dios se llevó tan rápido a mi abuela, me hubiese gustado conocerla más, me hubiese gustado convivir mucho más con ella; pero asi es el destino, así es la vida, porque después de su muerte mi abuelo Grimaldo se marchó a la capital.
Mi abuelo Grimaldo se fue a vivir a Lima. Mi tío Ulises, su hijo mayor se hizo cargo de él y desde entonces sólo lo veía de vez en cuando. Sólo lo veía en vacaciones o cuando mi papá me llevaba a lima limón, como a mi padre le gustaba decirle a la Ciudad de los Reyes.
Sin embargo, en el verano de 1984, cuando fui a la capital a realizar mis practicas profesionales como periodista en el diario LA PRENSA, sentí la necesidad de escribirle un poema a ese hombre que un día engendró a mi madre, Marina Bocanegra Medina.
Mi abuelo iba de la mano con el siglo. El nació un 7 de marzo de 1900 y en el verano del 84 sentí el deseo de decirle algo y en su honor escribí el siguiente poema al cual titulé: Abuelo

Abuelo
no quiero dejar pasar el tiempo
sin expresarte lo que siento.
Abuelo
eres impetuoso
como el viejo amazonas.
Abuelo
ruges fiero
retando abiertamente a las horas
que con hilos de plata
van adornando
tu desnuda inteligencia.
Abuelo
hombre noble
viejo roble
a todos del inclemente sol nos protejes,
a todos nos das fresca sombra.
Abuelo
creciste con los andes
y a los andes
con paso firme domaste
con paso recio venciste.
Abuelo
Eres un Señor fuerte, duro y macizo
Eres roca del Inca.
Eres base del Sacsahuaman
Cimiento de Machupichu
Hoy
Abuelo
a mi me toca seguir tus derroteros
de victorias y caídas.
Eso abuelo
es mi destino...
¡Abuelo viejo noble, viejo roble!

                    Carlos Cabrejos Bocanegra
                                              Lima 1984



Mas nunca tuve el valor de leérselo, ni tuve el valor de dárselo a conocer a tíos y primos de la familia Bocanegra Medina.
Sin embargo, por asares del destino este poema que tenía oculto en mi anillado poemario, a comienzos de septiembre de 1988, nos salvó la vida a mi amigo Alberto Morales y a mí.
Esa mañana viajabamos en una chalupa por el Golfo de Turbo rumbo a Panamá, cuando la negra Fermina, le ordenó al negro Caícedo y un par más de colombianos, sentados al lado de ella en la popa,  que apagaran el motor de la larguirucha lancha en medio del Caribe colombiano.
En la chalupa viajabamos una peruana, que llevaba un pantalón verde olivo y cuyo nombe no recuerdo, tres colombianos con pinta de malandrines, el negro Caícedo la obesa negra Fermina, Alberto y yo. El motor del largo bote se silenció. Alberto y yo nos sacamos de onda. Nos miramos en silencio y la negra Fermina dirigiendo su astuta mirada hacia nosotros nos preguntó, en medio del silecio del cálido mar colombiano: - Ahora sí, peruchos...díganme ¿a qué se dedican? ¿quiénes son ustedes?.... Aún recuerdo bien cada una de sus palabras, porque Alberto y yo, en ese instante tuvimos mucho miedo de que nos fondeen, de que nos maten arrojándonos en medio de ese desértico mar...Así que antes de que Alberto dijera algo, tomé la batuta y sonriendo expresé: -Somos poetas, somos poetas peruanos... Y ante la mirada inquisidora de la gorda traficante, agregué:- Somos escritores, nos dedicamos a la poesía-. 
Ni loco le podía decir que éramos periodistas, ni mucho menos le íbamos a mostrar nuestros pasaportes que teníamos escondidos entre los huevos.
Así después de se examinados por los ojos escudriñadores de los traficantes colombianos, la negra expresó haciendo reir a sus compinches: -Si son poetas, muéstrenme lo que escriben -.
Esas palabras fueron milagrosas para mí, porque en mi mochila cargaba mi anillado poemario de pastas grises titulado inicialmente "Garabatos de un alma en soledad".
Tal vez la Fermina no esperaba que mi respuesta fuera subitamente positiva y le dije con más seguridad: ¡Claro!... Saqué rapidamente mi libro engargolado y agregué: ¡Aquí está!... Uno de los traficantes lo agarró de mala gana y se lo pasó rapidamente sin abrirlo. Entonces ella abriendo sus enormes ojos negros, cogió mi poemario, comenzó a ojearlo en silencio hasta que gritó:¡PERUCHO ESTE POEMA ME ENCANTA!....¡ME ENCANTA!....
-¿Cúal?: le pregunté.
Y ella abriendo mi poemario repondió: - Este poema...este poema que dice "Abuelo"...Este me encanta...
Así mirándome directamenmte a los ojos manifestó mientras arrancaba la hoja del poema de mi engargolado: Este me lo regalas, perucho...Este poema lo quiero para mi hijo...para que mi hijo se lo lea a su abuelo...
Que podía decir en ese instante. Sólo vi como arrancó la hoja de mi poemario, la dobló, la guardó y gritó: ¡Vámonos!....Y con la cara de alegría y júbilo comenzó a gritar: ¡ME ENCANTA LA BERRAQUERÍA!...¡ME ENCANTA LA BERRAQUERÍA!...¡ME ENCANTA LA BERRAQUERÍA! 
Sus gritos ahogaron el rugido del motor yamaha y rompieron la tranquilidad del Caribe colombiano que ese momento nos veía nacer de nuevo...
A portir de esa fecha nunca más volví a ver a mi abuelo Grimaldo, quien murió en julio de 1998 a los 98 años de edad.


 



sábado, 8 de septiembre de 2012

¡AHI VIENEN...AHÍ VIENEN!...EL RUMOR QUE PARALIZÓ CIUDAD NEZAHUALCÓYOTL...

Desde la  década de los años 80 no había visto tanto miedo en el rostro de las personas como lo ví y percibí los pasados días 5 y 6 de septiembre del año en curso, en los vecinos de Ciudad Nezahualcóyotl, ubicado en el Estado de México y  vecino al Distrito Federal.
No habia visto tanto terror en los ojos de las personas desde aquella noche cuando un comando del Movimiento Revolucionario "Tupac Amaru", atacó el casino de la Guardia Civil del Perú, en la avenida Garcilaso de la Vega, del centro histórico de Lima.
Esa noche los terroristas mataron de un tiro en la frente a un oficial de policía y a balazos tomaron el local de la policía limeña.
Cientos de estudiantes, de las academias preuniversitarias vecinas fueron desalojados de sus aulas entre balazos, gritos, llanto y nerviosismo extremo.
Los jovencitos entre 17 y 20 años, con los rostros consumidos por el miedo, eran conducidos torpemente a la calle; mientras policías de asalto trataban de ingresar al casino para capturar a los terroristas, que finalmente  lograron darse a la fuga aprovechando el laberinto de miedo y terror que se desató en la antigua avenida Wilson, frente a las viejas instalaciones de los diarios "Correo" y  "Ojo", donde trabajaba como redactor policial.
Esas mismas escenas de espanto, pánico, miedo e histeria colectiva se volvieron a vivir los días miércoles 5 y jueves 6 de septiembre del presente año.
Mas esta vez el escenario era diferente. No estaba en la convulsionada Lima de los 80, sino entre los pujantes municipios de Los Reyes la Paz y Ciudad Nezahualcóyotl.
Para ser exactos, el miércoles 5 desde las tres de la tarde había recorrido, visitando a mis clientes,  las zonas de Ancón y Valle de los Reyes. Luego a eso de las 6 de la tarde estaba en la colonia La Floresta y por último me dirigí a la colonia Reforma. Así llegué hasta la librería y papelería de un antiguo cliente, cuando vimos que la gente del mercado Reforma comenzó a alborotarse y a gritar: ¡Cierren todo, cierren todoo.. Ahí vienen... ahí vienen!...
Eran casi las siete de la tarde-noche cuando una señora que vende comida gritó: ¡Son los de la familia Michoacana!....Son los de la familia que vienen saqueando y robando negocios...
Me acerqué a la señora y le pregunté: ¿Cómo sabe que son los de la familia michoacana?
Respondió:- Son ellos, señor. Ellos andan exotorsionando por todos lados...Por esa razón ya cerraron los que vendían pozole en la avenida 9-... Sin decir más tomó sus cosas y se marchó corriendo, en tanto mi cliente decía: -Ni modo, don Carlos...Voy a cerrar el changarro...Sin protocolos bajó su cortina. Yo monté una vez más mi bicicleta, mientras veía a la gente pasar corriendo gritando presas de miedo: ¡Ahí vienen...Ahí vienen!....
Taqueros, paperos, churreros, vendedores ambulantes, todos corrían con sus mercancías rumbo a sus casas, o a un lugar seguro, mientras el ruido de las cortinas que caían velozmente indicaban el cierre de miles  de negocios.
En tanto observaba como los negocios se iban cerrando uno tras otro y como la gente presa del pánico corría de un lugar a otro, fui hasta la gasolinera que está ubicada entre la calle 9 y la avenida Pantitlán. 
Allí las despachadoras estaban nerviosas viendo como 15 motopatrulleros de la policía de Nezahualcóyolt,  se concentraban en esa transitada esquina para recibir órdenes. 
Con disimulo me acerqué hasta uno de ellos, que tenía una radio en la mano, para cerciorarme de lo que realmente estaba ocurriendo, porque la gente gritaba que estaban saqueando los negocios de la avenida Texcoco, que había balaceras y quema de micros y combis del transpoprte publico en los Reyes. Pero la verdad miraba hacia el cielo de los Reyes para ver si había humo, pero no había nada, no se escuchaba más que los gritos de terror de la gente y el ruido ensordecedor de las patrullas, de las sirenas de las motos, cuando el  policía gritö:¡ Vámonos!... El rugido de 15 motos a la vez y las sirenas a todo volumen aumentó aún más la histeria. Los quince motopatrulleros se dirigieron rumbo a San Agustín Atlapulco.
El caos era enceguecedor, la gente seguía corriendo mientras cientos de negocios cerraban y otros curiosos salían a las puertas de sus casas a ver que estaba ocurriendo, pero no se apreciaba nada. Sólo gente gritando como loca: ¡Ahí vienen...Ahí vienen!... Y otros llenos de terror hablando por su celular.
Entonces decidí regresar a casa, pero cruzando San Agustín Atlapulco por donde se habían ido los motopatrulleros. Y fue, allí en San Agustín Atlapulco, donde oí a  la gente gritar: ¡Ahí vienen...ahí vienen...Los antorchistas!..¡Son los antorchistas!..¡Son los antorchistas!... Ahora ya no decían que era los de la familia michoacana, le echaban la culpa a los antorchistas.
Cruce San Agustín hasta la avenida Chimalhuacán, por el mercadito de Izcalli y la locura y el miedo continuaban. Nadie veía nada, sólo el rumor de ¡Ahí vienen..ahí vienen!...Se extendía como un reguero de pólvora...Se extendía cada vez más rápido y como una ola humana en el estadiol Azteca pronto los negocios quedaron totalmente cerrados y las calles vacías.
Llegué a mi casa, le dije a mi esposa lo que estaba pasando. No había terminando de contarle,  cuando vimos a la señora del pan levantar su puesto y huir corriendo a su casa con el grito en la boca de:¡Ahí vienen...Ahí vienen!...
Entonces le dije a mi esposa van a ser las 8 de la noche, vamos al Chedraui por la leche y de allí vamos a recoger a Carlitos; pero el miedo como una mancha voraz se había apoderado de toda la colonia y, sin exagerar, de todo Nezahualcóyolt. Las tiendas estaban cerradas y los vecinos gritaban: ¡No salgan ahí vienen los antorchistas!... 
Sin pensarlo más mi esposa y yo fuimos a la escuela de mi hijo sobre la avenida Amanecer Ranchero.
Era increíble ver como todas las calles de la colonia Esperanza estaban vacías. Muertas, presas de miedo. Sólo habían padres y madres de familia corriendo con el rostro llenos de terror hacia la escuela secundaria técnica 39.   Entonces, comencé a gritarle a las personas que pasaban por mi lado. ¡No corran!...¡No pasa nada!...Yo vengo de los Reyes, el pedo es allá...¡Aquí no posa nada!...¡Tránquilos..! Pero, nadie me escuhaba sólo un padre de familia con los ojos abiertos de espanto se detuvo y me escuchó, luego se fue mucho más tranquilo con su chiquillo de la mano.
Así tratando de calmar a la gente que pasaba por nuestro lado llegamos a la escuela, donde el director Sergio Villegas y sus profesores trataban de calmar a cientos de alumnos del turno vespertino. Muchas niñas de secundaria estaban llorando, mientrras los niños no sabían que hacer y se juntaron en medio del patio de la escuela.
Hablé con el director Villegas y le dijé;: Soy periodista....No pasa nada...son sólo rumores. El profesor me dio la razón; pero los padres de familia estaban aterrados y entre ellos se empujaban unos contra otros como si fuera el fin del mundo. Más daño se causaron entre ellos, que no lograban razonar ni mantener la calma.
En medio del patio encontré a mi hijo Carlos y le dije que no pasaba nada, que sólo era trerrorismo blanco y que había que mantener la calma. Mi hijo entendió y enseguida fuimos por su amigo Alejandro Bolaños, que estaba en el taller de Electricidad. Hablé con el maestro de electricidad y con los niños de ese taller, quienes después de escucharme se calmaron y comentaron: "Entonces es mentira, que la familia michoacana esté atacando las escuelas". -Así es-,  les confirmé.
Regresamos a casa. Dejé Alejandro con su familia. Hablé con su mamá comprendió la situación y mi esposa y yo esperamos las noticias de las 10.30 de la noche.
En tanto me metí a internet y pude confirmar que todo el laberinto surgió en San Vicente Chicoloapán donde se enfrentaron dos grupos de mototaxistas, por la posición de un lugar. 
Este enfrentamiento dejó un muerto más de 30 heridos y algunos detenidos. 
     
PERIODISMO DOGMÁTICO


Una hora más tarde sintonizamos el "Canal de las Estrellas", para escuchar el noticiero de Joaquín López Doriga. 
Como periodista pensé, y así se lo dije a mi esposa, que lo que estaba ocurriendo en Neza sería noticia de primera plana, que abriría el noticiero nocturno; pero jamás me imaginé que López Doriga no diera nada al respecto. 
Le dio mayor cobertura al ataque a un camarógrafo de televisa que a la noticia del momento:Ciudad Nezahualcóyotl., Los Reyes La Paz y Chimalhucán estaban paralizados por el miedo.
Más de cuatro millones de personas habian sido víctimas del pánico, la histeria, el terror y el miedo surgido por un rumor, que sólo se puede comparar con la histeria que provocó el programa radiofónico de Orson Welles: "La Guerra de los Mundos".
En aquella ocasión (1938), Wells, transmitó su programa como un noticiero de último minuto lo que provocó el miedo y el terror en los ciudadanos de Nueva Jersey y Nueva York, que pensaron que estaban siendo víctimas de una invasión extraterrestre. Finalmente Wells tuvo que ofrecer disculpas publicas para lograr otra vez la aceptación de los radioescuchas.
Sin embargo, Joaquín López doriga sólo se limitó a dar un informe oficial de los voceros de los gobiernos municipales de Neza, del Distrito federal y del gobierno federal; pero, esa mismo noche, no mandó a sus reporteros a cerciorarse de lo que realmente estaba pasando acá en la zona oriente del Distrito Federal. Mi esposa quedó muy decepcionada del noticiero. 
López doriga daba su versión como un dogma de fe y nosotros estábamos viviendo una realidad indescriptible. El miedo se había apoderado de Neza y los municipios vecinos.
                                           
JUEVES 6 DE SETIEMBRE

A la mañana siguiente puse el noticiero de Carmen Aristegui para saber que estaba pasando, pero nada. 
Nadie hablaba realmente lo que los ciudadanos de ciudad Nezahualcóyotl habíamos vivido la noche del miércoles. 
Parecía que los habitantes de esta zona estábamos solos, hundidos en el olvido y víctimas de los rumores que se volvieron a repetir al mediodía del jueves 6 de septiembre.
Así, a la una  treinta de la, cuando me disponía a llevar a mi hijo a su escuela, los vecinos otra vez comenzaron a gritar: ¡Ahí vienen!...¡Ahí vienen!..
Me asomé a mi ventana y vi como la señora de la tortillería a tropezones, cayéndose y levantándose metía a sus hijos de 14 y 12 años a su negocio, mientras le pedía ayuda a don Bernardo, un taxista, para que le socorra y bajé la cortina de su negocio. Ella por los nervios no la podía bajar. 
A lo lejos vi como otra mujer al intentar correr se tropezó y cayó en medio de la calle. Gracias a Dios no pasó ningún coche y fue socorrida por uno de sus vecinos. 
Mi vecino de la tienda de al lado sin pensarlo más bajó su cortina de un solo golpe. Entonces pensé: - Esto no puede estar sucediendo otra vez-. Y le dije a mi hija, Rosi, por si acaso, yo llevaré a Carlitos a la escuela-. Pero al bajar llegó nuestra vecina, que es maestra y entre gritos y llorando me dijo: ¡No, señor!....No lleve a Carlitos a la escuela..... Por un día que falte no va a pasar nada... Esto está bien feo...No lo lleve, por favor!..Al ver a la maestra América, tan angustiada, nerviosa y sollozando, decidí dejar a mi hijo en casa; pero como periodista quería saber la verdad y salí en mi bici a recorrer los alrededores y tomar fotografás.
No había nada. Sólo eran rumores. Fui a la avenidad Kennedy donde decían que había un enfretamiento y no había nada. Fui a la Bamba, no había nada. Me dijeron que en el tianguis de los jueves en la avenida Tepozanes ocurrió una balacera. Fui a confirmar, los tianguistas estaban en sus puestos y los vecinos del mercado me dijeron que el dueño de un comercio ubicado entre la avenida Tepozanes y Amancer Ranchero se espantó ante el grito de la gente y por eso disparó al aire ocasionando una estampida humana.
Pero, por ningún lado habían grupos de delincuentes o grupos de personas saqueando y robando comercios, ni baleando escuelas, ni quemando combis, ni micros, sólo había el rumor de la gente que gritaba: ¡Ahí vienen!...
Rumor que provocó terror en la población del oriente del Distrito Federal y paralizó el comercio y la vida normal  de nuestro municipio, Nezahualcóyotl,  y de los municipios vecinos como los Reyes la Paz,  Chimalhuacán, Chalco y las delegaciones defeñas como Iztapalapa, Iztacalco y Tlahuac.. 

      
¿QUÉ ES EL RUMOR?

Ante este fenómeno social es importante saber qué es un rumor y el poder manipulador que tiene. A continuación pegamos la definición de rumor de acuerdo a wikipedia, definición que se me hace muy interesante conocer, porque el rumor del "Ahí vienen" se difundió a través de las redes sociales, tal como lo demostraron las autoridades locales, del gobierno del D.F. y del Estado Mexicano
Rumor o rumores son especulaciones no confirmadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, y que condicionan el comportamiento de los demás por encima de la información objetiva. Al no ser información contrastada, rara vez se difunde de forma abierta, aunque esto no impide que se extienda de forma rápida. La forma tradicional y más usada de extender un rumor ha sido siempre el "boca a boca", pero con la aparición de internet, la sociedad ha aprovechado el anonimato que da este medio para extender todo tipo de rumores.
Los rumores transmiten con enorme eficiencia la información social ya que tienen un enorme potencial manipulador, porque las personas tendemos a ajustar nuestra propia visión del mundo, a la percepción de éste que tienen los otros.
Ha sido y es usado tanto como herramienta política como comercial, aparte del uso individual que le dan las personas anónimas para aventajar a alguien o a algo, o simplemente dejarle en mal lugar sin beneficio directo para el que inicia el rumor. También hay rumores cuya única finalidad es la diversión, tengan o no efectos negativos. Algunos de estos rumores iniciados como una broma, no tienen posibilidad de ser demostrados como falsos ni como auténticos, y si perduran en el tiempo, acaban convirtiéndose en leyendas urbanas.
El rumor nunca tiene una fuente definida, aunque casi siempre trata de ubicar la fuente de la información lo más cerca posible del objeto sobre el que se informa.
Desde un punto de vista positivo, el rumor se asocia con una medida para conocer la fuerza de la comunicación de una organización o de un tema determinado en los medios de comunicación.
                                            
     Don Javier, herrero de oficio y vecino de la Unidad Habitacional Rey Neza, observa como el centro comercial Plaza Neza esta completamente cerrado el jueves 6 de setiembre a las 2.30 de la tarde por los rumores de los "Ahí vienen!. El pánico paralizó ciudad Neza.




   

viernes, 10 de agosto de 2012

SIERVO DE LA HUMANIDAD

El pasado lunes 6 de agosto del 2012, mi pequeña bebé, mi Belita Bebé, inició su primer día de clases en la facultad de Medicina ubicada en la inmensa ciudad universitaria de la  UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).
Fue muy emocionante verla con su uniforme, con su bata blanca, con el escudo de su facultad y con su hermosa sonrisa en el rostro, que lo decía todo: "Mi sueño se hizo realidad". 
En esos momentos recordé los sueños de mi madre. Ella siempre quiso que fuera médico pediatra, pero yo me incliné siempre más por las letras; mas tampoco estudié lo que mi padre deseaba, el quería que fuera abogado como su hermano; yo simplemente seguí mi vocación. 
Así que frente a su mami, le dije a mi hija: Tú harás realidad los sueños de tu abuela.
Mi hija me dio un beso.  Sin decir más la acompañamos hasta la casa de su amiga Marceci, quien cada mañana, en su carro, la lleva hasta la UNAM; tal como lo hizo cuando eran estudiantes de la prepa 2.
Hoy 10 de agosto del 2012 mi hija al regresar de la universidad, después de darle de comer, me dice: -Papi, lee este volante que nos repartió la doctora Angélica Arce, de Embriología-.
De principio a fin leí el volante. Era la carta de Esculapio a  su hijo que quería ser médico. Comprendí que Esculapio se me adelantó hace más de dos mil años y más que aconsejar a mi hija en cuanto a la labor del galeno, le comenté subiré los consejos de Esculapio a mi blog, para que siempre que desees, o se te bajen las pilas, lo tengas presente; porque un médico es un siervo de la humanidad.

CARTA DE ESCULAPIO A SU HIJO


¿Quieres ser médico, hijo mío? 
Aspiración es ésta de un alma generosa, de un espíritu ávido de ciencia.
¿Deseas que los hombres te tengan por un dios que alivia sus males y aleja su espanto?
¿Has pensado bien en lo qué ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a la vida privada; mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos del infortunio, tu puerta deberá estar abierta a todos. A toda hora del día o de la noche vendrán a tumbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; ya no tendrás hora que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás.
Los pobres, acostumbrados a padecer, no te llamarán sino en casos de urgencia; pero los ricos te tratarán como esclavo encargado de remediar sus excesos; sea porque tengan una indigestión o por un catarro.
 Harán que te despierten a toda prisa tan pronto como sientan la menor inquietud, pues estiman en muchísimo su persona. Habrás de mostrar interés por los detalles más vulgares de su existencia, decidir si han de comer ternera o cordero, si han de andar de tal o cual modo cuando se pasean. No podrás ir al teatro, ausentarte de la ciudad, ni estar enfermo; tendrás que estar siempre listo para acudir tan pronto como te llame tu amo.
¿Eras severo en la elección de tus amigos; buscabas a la sociedad de los hombres de talento, de artistas, de almas delicadas?
En adelante, no podrás desechar a los fastidiosos, a los escasos de inteligencia, a los despreciables. El malhechor tendrá tanto derecho a tu asistencia como el hombre honrado; prolongarás vidas nefastas, y el secreto de tu profesión te prohibirá impedir crímenes de los que serás testigo.
¿Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación?
Ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino, por el corte de tus ropas, por la apariencia de tu casa, por el número de tus criados, por la atención que dediques a las charlas y a los gustos de tu clientela. Los habrá que desconfiarán de ti si no usas  barbas,  si no vienes de Asia; si crees en dioses;  si no crees en ellos.
¿Te gusta la sencillez? habrás de adoptar la actitud de un augur.
Eres activo, sabes lo que vale el tiempo, no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia; tendrás que soportar relatos que arrancan desde el principio de los tiempos para explicar un cólico; ociosos te consultarán por el solo placer de charlar. Serás el vertedero de sus disgustos, de sus nimias vanidades.
Sientes placer por la verdad; ya no podrás decirla. Tendrás que ocultar a algunos la gravedad de su mal; a otros su insignificancia, pues les molestaría. Habrás de ocultar secretos que posees, consentir en parecer burlado, ignorante, cómplice.
Aunque la medicina es una ciencia oscura, a quien los esfuerzos de sus fieles van iluminando de siglo en siglo, no te será permitido dudar nunca, so pena de perder todo crédito. Si no afirmas que conoces la naturaleza de la enfermedad, que posees un remedio infalible para curarla, el vulgo irá a charlatanes que venden la mentira que necesita.
No cuentes con agradecimiento; cuando el enfermo sana, la curación es debida a su robustez; si muere, tú eres el que lo ha matado. Mientras está en peligro te trata como un dios, te suplica, te promete, te colma de halagos; no bien está en convalecencia, ya le estorbas, y cuando se trata de pagar los cuidados que le has prodigado, se enfada y te denigra.
Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen del médico. Cuanto más codiciosos ellos, más desinteresado ha de ser él, y los mismos que se burlan de los dioses le confieren el sacerdocio para interesarlo al culto de su sacra persona. La ciudad confía en él para que remedie los daños que ella causa. No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados.
Habrás de pegar tu oído contra el sudor de pechos sucios, respirar el olor de míseras viviendas, los perfumes harto subidos de las cortesanas, palpar tumores, curar llagas verdes de pus, fijar tu mirada y tu olfato en inmundicias, meter el dedo en muchos sitios.
Cuántas veces, un día hermoso, lleno de sol y perfumado, o bien al salir del teatro, de una pieza de Sófocles, te llamarán para un hombre que, molestado por los dolores de vientre, pondrá ante tus ojos un bacín nauseabundo, diciéndote satisfecho: "Gracias a  Dios he tenido la preocupación de no tirarlo".
Recuerda, entonces, que habrá de parecer que te interese mucho aquella deyección. Hasta la belleza misma de las mujeres, consuelo del hombre, se desvanecerá para ti. Las verás por las mañanas desgreñadas, desencajadas, desprovistas de sus bellos colores y olvidando sobre los muebles parte de sus atractivos. Cesarán de ser diosas para convertirse en pobres seres afligidos de miserias sin gracia. Sentirás por ellas más compasión que deseos. Tú carrera será para ti una técnica de Neso.
En la calle, en los banquetes, en los teatros, en tu misma casa los desconocidos, tus amigos, tus allegados te hablarán de sus males para pedirte un remedio. El mundo te parecerá un vasto hospital, una asamblea de individuos que se quejan.
Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, entre los duelos y la hipocresía que calcula a la cabecera de los agonizantes; la raza humana es un Prometeo desgarrado por los buitres.
Te verás solo en tus tristezas, solo en tus estudios, solo en medio del egoísmo humano. Ni siquiera encontrarás apoyo entre los médicos, que se hacen sorda guerra por interés o por orgullo. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Pero dudarás si es acertado hacer que sigan viviendo hombres atacados por un mal incurable, niños enfermizos que niguna probabilidad tienen de ser felices.
Cuando a costa de mucho esfuerzo has logrado que la existencia de algunos se prolongue, vendrá una guerra que lo destruirá todo.
Piensalo bien mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfacerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!

Y como dice el lema del escudo de la Facultad de Medicina de la UNAM:

"Allis Vivere"
Vivir para los demás.





sábado, 4 de agosto de 2012

UN PERIODISTA SIN CORAZÓN, NO ES PERIODISTA.

Diariocrítico de México
Sábado 4 de agosto de 2012 | actualizado a las 18:47 horas
<a href='http://adserver.ozongo.com/openx/www/delivery/ck.php?n=a3732734&cb=INSERT_RANDOM_NUMBER_HERE' target='_blank'><img src='http://adserver.ozongo.com/openx/www/delivery/avw.php?zoneid=527&cb=INSERT_RANDOM_NUMBER_HERE&n=a3732734' border='0' alt='' /></a>

El periodismo necesita corazón

por el 19/07/2012 a las 11:37 horas
Galería
Autor:
Quizás le interese ...
"El verdadero periodismo es intencional: aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Hablo, obviamente, del buen periodismo". Ryszard Kapu?ci?ski. Declaraciones en un encuentro con Maria Nadotti en Capodarco di Fermo (Apulia-Italia), 27 de noviembre de 1999.

En los últimos tiempos el debate sobre el periodismo se limita a discutir sobre el formato y la presentación. "Sustituyen el problema del contenido por la cuestión de la forma, colocan la técnica en lugar de la filosofía. Sólo hablan de cómo redactar, cómo almacenar, cómo transmitir algo. Pero qué redactar, qué almacenar y qué transmitir, de eso ni una palabra. El punto débil de estas manifestaciones radica en que a través de ellas, en lugar de discusiones sobre el contenido, el espíritu y el sentido de las cosas, no nos enteramos más que de los nuevos y deslumbrantes avances técnicos conseguidos en el terreno de la comunicación" [1]- Así lo percibía Ryzard Kapu?ci?ski hace casi diez años y ahora esa sensación es mucho más evidente.

Hubo un tiempo, allá en el siglo XIX, en el que el periodismo y los periódicos eran, básicamente, pasquines de lucha y combate político. Los periódicos, la radio, la televisión en sus inicios, eran instrumentos de diversos partidos y fuerzas políticas en lucha por sus propios intereses. Así por ejemplo, en Francia, Alemania o Italia, todos los partidos e instituciones relevantes tenían su propia prensa. La información, para esa prensa, no era la búsqueda de la verdad, sino ganar espacio y vencer al enemigo particular. Ese modelo puede ser saludable para la libertad de expresión y el debate de las ideas, pero nadie lo defenderá como el más idóneo para el conocimiento de los hechos. Pero aquello ya forma parte del pasado, y se podría decir que hoy estamos en el polo opuesto, el principal argumento que esgrimen los directivos de los medios de comunicación y los popes de la prensa es que ofrecen información neutral y equilibrada. Sus banderas, dicen, son la objetividad y la imparcialidad.

El culto a la objetividad provoca que los reporteros que presencian tragedias y sufrimientos cuyos responsables están perfectamente identificados vean que sus crónicas terminan llegando al público descafeinadas y desteñidas tras atravesar los filtros de los jefes de redacción y los directivos de despacho. La objetividad se ha convertido en elemento de culto para evitar enfrentarse a verdades desagradables o disgustar a una estructura de poder de la que dependen los medios de información para obtener beneficios o incluso sobrevivir.

Ese culto transforma a los reporteros en observadores neutrales o voyeurs. Si trabajan en televisión prácticamente se han convertido en webcams que no expresan nada, y si escriben se dedican a transmitir fríamente datos y números que no ayudan a comprender los acontecimientos. El periodismo actual destierra la empatía, la pasión y el afán de justicia. A los reporteros se les permite mirar, pero no sentir, ni hablar con su propia voz. Actúan como "profesionales asépticos" y se consideran científicos sociales desapasionados y desinteresados. Los nuevos profesionales tienen pánico a insinuar un mínimo de posicionamiento ante cualquier acontecimiento. O lo que es peor, reproducen las líneas informativas y editoriales señaladas por sus superiores y las agencias para no ser marcados ideológicamente. Así creen ser neutrales, pero no lo son, simplemente se convierten en operarios despersonalizados y desideologizados que abandonan cualquier iniciativa y principios.

Equidistancia... ¿Con respecto a dónde?

Otro pilar en el que se fundamenta el mito actual de la ética periodística es de la equidistancia. Se defiende con el argumento de la necesidad de presentar todas las versiones de un hecho y todas las posiciones ante un acontecimiento. La tópica idea de que, ante un determinado hecho, para realizar una labor exquisita de periodismo objetivo hay que informar de lo que dicen ambos bandos debilita el verdadero periodismo. No es verdad que la verdad se sitúe a mitad de camino de dos puntos de vista contrapuestos.

Hace unos años observé en televisión la noticia sobre un derrame de fuel provocado por un barco encallado en Algeciras [2]. El periodista afirmaba que, según los ecologistas, el crudo estaba sólo a un kilómetro de la costa, y según el gobierno español todavía estaba a tres kilómetros. El informador estaba convencido de que había aplicado un criterio de pluralidad y equilibrio porque recogió la versión de dos partes contrapuestas, y no se daba cuenta de que simplemente incumplió su responsabilidad como periodista, que consistía en comprobar personalmente el derrame e informar a la audiencia de su ubicación en lugar de recoger dos versiones de las que, al menos una, no era verdad. En otras ocasiones asistimos a un periodismo que se limita a recoger una denuncia de corrupción de un político y el desmentido del político acusado. El periodista se presenta así como plural y queda bien con todas las partes: ha recogido la versión de todos. Pero, una vez más, el ciudadano se queda sin saber si hubo corrupción o una acusación injuriosa. Lo único que ha habido es la cobardía de una profesión que no busca la verdad y que, incluso conociéndola, no se atreve a posicionarse.

Según el modelo que se está promoviendo, un refugiado de la Alemania nazi que apareciera en televisión diciendo que en su país están sucediendo monstruosidades debería ir seguido de un portavoz de los nazis afirmando que Adolf Hitler está logrando llevar al país al mayor nivel de desarrollo nunca conocido, escribió el ex columnista de The New York Times Russell Baker. Desde este punto de vista, y en aras del equilibrio, tras una agresión neonazi deberíamos recoger la reacción de las víctimas y también la del grupo neonazi.

Y el día 25 de noviembre, Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género, buscaríamos, junto a los que combaten esa violencia, la opinión de algún asesino de su pareja. Y tras un bombardeo a una población civil, deberíamos presentar con igual extensión y legitimidad los argumentos de los bombardeados y los de quienes los bombardean.

De hecho así se hizo cuando el ejército israelí atacó y asesinó a nueve cooperantes de la Flotilla de la Libertad que transportaba ayuda humanitaria a Gaza en mayo de 2010: los medios dieron la misma legitimidad informativa a las argumentaciones del gobierno de Israel, que acusaba a los cooperantes de defender a terroristas, que a las familias de las víctimas. Se trata de un ejemplo más de la cobardía del periodismo actual ante las presiones de los diferentes grupos de poder.

El redactor adopta la postura de Poncio Pilatos en versión periodística, en lugar de lavarse las manos ante el crimen, reproduce lo que dice el criminal y la víctimas y se queda satisfecho y a cubierto de las críticas. Un periodismo honesto y valiente requiere que el periodista asuma el rechazo seguro que suscitaría en una determinada parte de la población la toma de posición ante un determinado hecho y quizás ignorar a la que intenta justificar un crimen o se funda en un dato falso. Para evitar el esfuerzo o la indignación de una parte del público, si alguien afirma que Hitler es un ogro, nuestro periodista virginal mostrará al instante a otra persona que dice que Hitler es un príncipe. ¿Un hombre dice que una bomba de la OTAN ha asesinado a cincuenta civiles que asistían a una boda en Afganistán? Inmediatamente el medio presentará a un portavoz de la OTAN diciendo que se trataba de talibanes terroristas. Así (pensarán en la dirección del medio)quedarán bien con quienes creen que la OTAN lucha contra el terrorismo en Afganistán y con quienes consideran que está masacrando a la población civil. Eso sí, nadie podrá saber lo que ha sucedido, que es precisamente para lo que se supone que están los medios de comunicación y los periodistas. Lo importante es que el periodista pueda decir que fue imparcial, neutral y equidistante.

Ética o complacencia

El problema es que estamos creando un profesional del periodismo que ya no sabe incorporar principios y valores éticos y culturales a su trabajo. Incluso su vocabulario se limita a la exposición de hechos y no incluye la elaboración de reflexiones complejas o análisis de cuestiones éticas. Como escribió Walter Lippman en su libro Public Opinion, el periodismo no nos señala la verdad porque siempre hay una brecha descomunal entre la verdad y la información. Las cuestiones éticas enfrentan al periodismo al nebuloso mundo de la interpretación y la filosofía, y por eso los periodistas huyen de la indagación ética como un rebaño de corderos atemorizados [3].

Conceptos como neutralidad, objetividad y equidistancia sólo son argumentos empresariales para ganar la credibilidad de los ciudadanos y la complacencia de grupos de poder, anunciantes y publicistas que no quieren un verdadero debate sobre el mundo en el que vivimos. Los periodistas más consagrados de todo el espectro político no han dudado en denunciar el mito de la objetividad. "En cuanto a la objetividad periodística, es tal vez la patraña más grande que me ha tocado oír acerca de nuestro oficio", afirmó el veterano periodista italiano Indro Montanelli [4], un periodista al que no se le podrá acusar de antisistema.

El historiador Paul Preston, que estudió el papel de los corresponsales extranjeros que informaron sobre la Guerra Civil Española en su libro Idealistas bajo las balas [5], afirma que "no puede existir la objetividad o ecuanimidad. No se puede tratar al asesino y al asesinado o al violador y la violada como si fuesen iguales. Cada periodista, como cada historiador, que lo sepa o no, ve las cosas a través del filtro de su sistema moral, ético e ideológico. Esto no quiere decir que no hay que intentar entender las motivaciones de todos los implicados en una situación" [6].

Indignación y denuncia "En América Latina uno se mete de periodista y lo primero que hace es indignarse, la propia realidad te obliga. Si no haces periodismo de denuncia, no sé lo que estás haciendo". Así se expresa la periodista y escritora Elena Poniatowska, quien no concibe el periodismo sin compromiso. Según Robert Fisk, en un mundo laboral dominado por el cinismo el periodismo es un empleo honroso a través del que se puede cambiar la forma en la que la gente ve el mundo [7].

Paul Preston, en Idealistas bajo las balas, recoge el grado de implicación que, inevitablemente, adoptaron algunos de los corresponsales que fueron a España en la Guerra Civil. La mayoría de ellos, a la hora de vivir en primera línea la lucha de un pueblo contra el fascismo y la tragedia del abandono del resto de los países que se negaron a ayudar al gobierno legítimo español, no dudaron en tomar partido, muchas veces enfrentándose a la posición del periódico que les había enviado como corresponsales. Ernest Hemingway, Martha Gellhorn, John Dos Passos, Mijaíl Koltsov, Louis Fischer, Herbert Southworth, Henry Buckley, W.H. Auden, Arthur Koestler, Cyril Connolly, George Orwell, Kim Philby.... a todos les transformó la guerra. La simpatía hacia el bando republicano español no procedía de corresponsales rusos o de publicaciones marginales de izquierda, el corresponsal estadounidense Louis Fischer afirmó que "muchos de los corresponsales extranjeros que visitaban la zona franquista acababan simpatizando con las tropas republicanas, pero prácticamente todos los innumerables periodistas y visitantes que penetraban en la España leal se transformaban en colaboradores activos de la causa. (...). Sólo un imbécil desalmado podría no haber comprendido y simpatizado" con la República Española [8].

Hemos de reconocer que el tremendo control que los grupos empresariales propietarios de los medios ejercen sobre los profesionales nos lleva a pensar que no son buenos tiempos para un periodismo socialmente comprometido. Por eso mismo, bucear en el periodismo de históricos reporteros como John Reed, Ryzard Kapu?ci?sky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa puede ayudarnos a recuperar la pasión y la fuerza para seguir avanzando contracorriente.

Decía Stefan Zweig que "nuestro tiempo quiere y ama hoy las biografías heroicas, porque dada la pobreza propia en figuras de liderazgo políticamente creativo busca ejemplos mejores en el pasado" y destacaba "el poder de expandir las almas, aumentar las energías, elevar el espíritu de las biografías heroicas. Desde los tiempos de Plutarco, son necesarias para toda estirpe en ascenso y toda juventud".

John Reed fue el cronista de grandes hitos revolucionarios, Ryzard Kapu?ci?sky dedicó su vida a relatarnos los sueños descolonizadores de los países del Tercer Mundo, Edgar Snow acercó la lejana Asia y la revolución china a Occidente, Rodolfo Walsh sentó los principios de un periodismo emparentado con la literatura de no ficción en el marco de una terrible dictadura y Robert Capa fotografió como nadie a los seres humanos que sufrían la guerra. Su trayectoria debe ser para nosotros, los profesionales de la comunicación, un ejemplo de dignidad en estos tiempos en los que las ruedas de prensa, el ordenador con sus innumerables artilugios suplementarios o derivados y las cotizaciones en bolsa de nuestro medio de comunicación parece que se han confabulado para acabar con un periodismo que crea que pueda mejorar el mundo.


*Pascual Serrano es periodista. En 2011 publicó "Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapu?ci?sky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa". Editorial Península. Barcelona. Este artículo ha sido publicado en el nº 51 de Pueblos - Revista de Información y Debate - Segundo Trimestre de 2012


[1] Kapu?ci?ski, Ryszard (2003): Lapidarium IV, Barcelona, Anagrama.

[2] Noticia emitida por TVE 2 el 29/01/2007.

[3] Hedges, Chris (2010): "The creed objectivity killed the news". (Disponible en http://www.ufppc.org, febrero de 2010).

[4] Montanelli, Indro (2010): Memorias de un periodista, Barcelona, RBA.

[5] Preston, Paul (2008): Idealistas bajo las balas. Corresponsales extranjeros en la guerra de España, Barcelona, DeBolsillo.

[6] Entrevista con Paul Preston. Julio de 2011.

[7] Siscar, Maria Josep (2010): "El escritor como arma de creación política y social". Diario Público. (Disponible en www. publico.es, 04/12/2010).

[8] Preston, Paul (2008): Op. cit.


Pascual Serrano  


 
ETIQUETAS: Pascual S

martes, 8 de mayo de 2012

MAS VICTIMAS DEL NARCO, EL TERROR Y LA MENTIRA

 
Gabriel Huge Cordova, Guillermo Luna Varela, Esteban Rodrígez
e Irasema Becerra, Reporteros gráficos y empleada administrativa
de un periódico fueron asesinados por los peones del narco en
Veracruz.   
  
Desde finales de los años ochenta me enojé con mi carrera y durante todo este tiempo pensaba que los periodistas éramos cómplices del sistema.
Pensé que el peridiosmo es la Industria del Terror, la Institución del Terror, el Morbo, el Sensacionalismo y la Vanalidad. 
Lo pensé porque desde que comencé a hacer periodismo en el extinto diario limeño: La Prensa; fui testigo de varios hechos que marcaron mi vida. Hechos despreciables que me empujaron al abismo de pensar que los periodistas somos marionetas de las empresas periodísticas y las empresas periodísticas títeres del sistema. De un sistema que las codiciona a su favor a través de la publicidad estatal. ¿ De qué se  podía sostener en los años 80 una empresa periodística en el Perú, sino era de la publicidad estatal, de las páginas sucias del esoterismo y los anuncios de brujos y brujas?
Tenía 23 años cuando un 26 de Enero de 1983 en la redacción de La Prensa el gordo Gamarra y el capitán Méndez de la sección policial gritaban en medio de la redacción la Matanza de 8 periodistas en la serranía de Uchuraccay. Hasta la fecha nadie sabe la verdad de lo que pasó en ese lugar. La verdad es que 8 periodistas fueron asesinados brutalmente y los culpables no recibieron castigo.
Días después Salazar Larraín, por aquel entonces Director del diario La Prensa censuraba todas mis notas sobre los mineros golpeados violentamente por la Guardia Civil de Asalto. Tenía entrevistas con los heridos, tenía las fotografías que Ariel arriesgando el pellejo, junto conmigo, había tomado en uno de los cuartos de la sala de emergencias del Hospital Dos de Mayo; pero Salazar Larraín no publicó nada de esta noticia. En mi presencia le dijo al Jefe de Información del turno de la noche, Gamborda, que la nota no salía, recogió los textos y las fotos y se las llevó  su oficina. Luego me enteré que había hablado por teléfono con el ex ministro de trabajo Alfonso Grados Bertorini.
Cuando trabajaba en el diario EXPRESO don Guillermo Córtez Núñez "Cuatacho", pese a ser un gran hombre de prensa, se suicidó en el lujoso hotel Carusso, de la avenida Arequipa. De acuerdo al informe policial tuvo tiempo de dispararse dos veces en el pecho. No hubo más investigaciones. Todos aceptaron la versión oficial.  Hasta hoy no creo que un periodista tan pleno como él fuera capaz de quitarse la vida y haber tenido el tiempo suficiente para meterse dos tiros en el corazón.
En tiempos del primer gobierno de Alan García de pura "casualidad" explota un laboratorio de drogas y cae Reynaldo Rodríguez López el "Zar" de las drogas.
Durante el segundo gobierno de Belaúnde Terry (1980-1985) es apresado el narcotraficante, Carlos Lambert, quien financió la campaña electoral del "Zapatón", Armando Villanueva del Campo, candidato a la presidencia del Perú por el partido aprista en 1980. Ahora el APRA y AP estaban empatados, AP metió a la cárcel a Lambert y el APRA a Reynaldo Rodríguez López. 
Pero cuando me tocó escribir sobre ellos, Carlos Lambert estaba detenido en una cuarto de lujo de la Clínica Maison de Sancté, gozaba de teléfonos, fax, videocaseteras, y una excelente biblioteca. Según él era porque estaba enfermo del corazón.
Cuando me metí extraoficicialmente al penal de Canto Grande, es decir entre anonimamente, pude ver a Reynaldo Rodríguez López, dando clases de inglés en un espacio limpio y agradable. Al igual que el resto de sus "alumnos" estaba vestido muy limpio se notaba que el buzo era nuevo y de buena calidad. Por cierto uno de sus alumnos era Toto Scolezzi, sicario de la mafia en el Perú.
Canto Grande era un lugar limpio y agradable en comparación con el penal de Lurigancho, donde apestaba a caca y orines y a donde también me metí anonimamente como periodista del diario OJO.
Quiería hacer bien mi trabajo, deseaba pegarme a los hechos y la verdad, pero eran días dificiles a Ojo no le interesaba la verdad de nada, sólo quería la nota chicha y eso me desquiciaba. No conciliaba el sueño sin un par de cervezas en el cuerpo. Todo parecía oscuro, parecía que no había salida. Alán García me enfermaba con su populismo sin escrupulos; la guerra interna contra el terrorismo nos quitaba todo hilo de esperanza, parecía que estabamos solos y encima un 8 de diciembre de 1987 ocurre la tragedia del Fokker 27. Un avión de fabricación holandesa de la Marina de Guerra del Perú se hunde frente a la costa de Ventanilla, en el Callao y mueren todos los jugadores del equipo íntimo de la Victoria: Alianza Lima.
En julio del mismo año el periódico, OJO,  me mandó a tomar el curso de Corresponsal Naval en la instalaciones de la Marina de Guerra del Perú, junto con otra veintena de compañeros. Ya había recibido cursos en la Compañía de Bomberos del Perú y en la Policía de Investigciones del Perú. A estas alturas conocía más íntimamente a las fuerzas del orden y guerra de nuestro país; pero aquel 8 de diciembre el hermetismo de la Marina de Guerra del Perú, acabó con la poca fe que tenía en ella.
Los marinos por casi 24 horas cerraron el ingreso al mar de Ventanilla. Tuvieron mucho tiempo para eliminar todo tipo de pruebas, de evidencias para saber las causas del accidente. Barrieron cuadrante por cuadrante y nunca se supo la verdad, nunca se supo las causas principales de ese avionazo que acabó con la vida de todo una generación de jugadores. Lo más gracioso que dijeron fue que el avión venía a poca altura y al virar para dirigirse a la base naval una enorme ola pegó con una de las alas provocando el accidente.
Lo más negro: Decían que el fokker venía cargado de droga. hoy, según el informe oficial de la Marina del año 2006, dicen que el avión presentaba fallas técnicas y que el piloto era inexperto.
Pero el acabose fue cuando a comienzos de 1988 el jefe de informaciones César Lengua, me envío a la conferencia de Prensa de Alán García en la puerta trasera de Palacio de Gobierno frente al río Rimac, a un costado de la estación del ferrocarril Desamparados.
Esa tarde vi como Alán manipulaba a los hombres de prensa. Primero las fotos, el ángulo que el deseaba manifestar para el pueblo peruano, luego mostraba su mejor sonrisa para los camarógrafos y  por último los redactores. En ese orden, los reportero gráficos guardaban sus cámaras,  los camarógrafos apagaban sus videocámaras y, entonces, Alán se dirigía a los redactores de prensa escrita, radio y televisión. Pero, a mí no me gustaban las preguntas que, esa tarde, le estaban planteando. Eran como seguir un guión de teatro, así que en medio de todos solté mi pregunta:-¿Si se sabía que Sendero Luminoso tenía su servicio de inteligencia en la ciudad universitaria de San Marcos, por qué no se actuó desde el gobierno del presidente Beláunde, por qué esperar tantas muertes y por qué recién invadieron la ciudad Universitaria de San Marcos?. ¿Por qué hoy y no antes?. Entonces me separó del grupo, caminamos unos pasos al interior de Palacio y  con su amable sonrisa, me preguntó: ¿Cómo te llamas?. Respondí: Carlos Cabrejos, Señor Presidente. Entonces una vez más preguntó:¿De qué periódico eres? Repondí:- De OJO. (En esos días OJO era lider en ventas) Y con su diestra en alto moviendo su dedo índice de izquierda a derecha y de derecha izquierda, volvió a decirme: -Esas preguntas, no se me hacen. Sin decir más, ni dar chance a otras preguntas me tomó del hombro, caminamos en silencio de vuelta hacia el grupo de periodistas y se despidió. Afuera todos me preguntaron qué te dijo. Pero pensando que tenía la nota del día en la mano, me alejé de todos los colegas rápidamente y regresé a mi máquina de escribir lo más veloz que pude.  Hice la nota sobre lo que me había dicho Alán, pero en la mesa de redacción ya sabían lo que había pasado en palacio y Lengua me dijo: - No quieres cobrar tu quincena.
Eso me molestó muchísimo al punto que acepté la invitación de mi amigo Alberto Morales para dejar el país.
Salí del Perú pensando que no había salida, que todo estaba oscuro; pero hoy después de  23 años de hacer periodismo por mi cuenta, de habeme metido en el corazón de México, en el México profundo y de ver todas las posibilidades que tiene un hombre de prensa para dar a conocer la verdad, pienso que el periodismo es una carrera noble al servicio de la verdad y de la formación humana.
El periodista no es un soldado que tiene un arma para defenderse y está preparado para matar, no es un policía que tiene una pistola y un código penal para detener a los delincuetes. El periodista es un hombre que ama la verdad, que es apasionado por destruir la mentira y escribir con veracidad. El periodista es un hombre que sin temores mira al sol y sus únicas armas son: Su pluma, su cámara, su papel, su sensibilidad, su inteligencia y su memoria.
Por esta razón rindo homenaje a los martires del periodismo mexicano, a los martires del periodismo en Veracruz y por ende a cada uno de los periodistas caídos por amor a la verdad.
A los periodistas nos pueden matar, pero nunca nos podrán silenciar; nos podrán desaparecer, pero nunca acabaran con con nuestras palabras, con nuestras notas, con nuestros ideales, con nuestro amor a la verdad, por un mundo más virtuos y más humano.


                                                                    
Así es los periodistas de todo el mundo exigimos justicia.






lunes, 9 de abril de 2012

A San Martín de Porras


DEVOTOS DE SAN MARTÍN DE PORRAS ORANDO EN LA CATEDRAL DE MÉXICO EL PASADO VIERNES SANTO, 6 DE ABRIL DEL 2012
FOTOS CARLOS CABREJOS BOCANEGRA


A SAN MARTÍN DE PORRAS

Como esclavos
del Africa llegaron al Perú.

Los negritos fuertes
llegaron para trabajar la tierra.

Los negritos fuertes
llegaron para servir.

Para servir a Virreyes,
condes nobles y señores
de la América colonial.

Pero nadie puede
con los caprichos del corazón.

Así un día un blanco español
se enamoró de una negrita esclava.

Fruto de ese amor nació en Lima
un lindo negrito.

Un negrito lindo que nació
para servirle al más grande Señor,
al Señor de Señores
para servirle a Dios.

El negrito lindo,
aprendiz de boticario,
hermano lego,
le sirvió a su Señor
con tanta devoción,
con tanto esmero,
con tanta caridad,
con tanto amor,
con tanta humildad
que hasta los altares del Vaticano llegó.

Y
hoy
por todos
sus milagros,
por darle de comer juntos
al perro, al gató y al ratón;
por curar a tanto enfermito,
hoy
en
Perú,
México
y
el mundo entero
se le conoce como el Santo,
como
el
Santo de la Escoba
como
el
Patrón Universal de la Paz
como
el
Médico de Dios.


Carlos Cabrejos Bocanegra
México 9 de abril del 2012

jueves, 29 de marzo de 2012

¡El Bombique entra en Acción!

Periódico mensual de mi querida amiga Lulú. Un periódico
que representa al buen periodismo.

Después de un largo descanso poético, visito otra vez mi blog; pero esta vez con una gran emoción porque hoy estoy de vuelta. Hoy regresé a lo que me gusta, a la acción periodística, hoy volví a trabajar como periodista después de casi 25 años de lejos de la tinta y el papel.
Aunque esto último es meramente metafórico. Hoy trabajo con la nueva tecnología, sin tinta, sin papel, hoy trabajo con la electrónica, con una computadora como soporte de impresión y el internet como medio de comunicación.
Hoy, sentí otra vez la emoción, la pasión del periodista, sentí que volví a vivir, que volví a existir, que aún estoy vivo, que estoy en el medio, que valió la pena el silencio, que soy periodista, que soy periodista...
Hoy recibí la carta de mi vieja y querida amiga Lulú. Hoy recibí su carta. Recibí la pauta, las primeras comisiones; derrame unas lágrimas y grité: ¡El Bombique entra en Acción!
Ahora me pregunto acaso esto no es un milagro, el papa Benedicto llega México y con él, mi reecuentro con mi antigua colega del diario OJO, hoy directora del primer periódico católico del Perú: "Correo Mariano". Ahora su Santidad se ha ido: pero los viejos amigos nos hemos reencontrado y este reecuentro me ha devuelto la vida, me ha devuelto mi pasión por vivir como a mi me gusta entre la tinta y el papel, o mejor dicho entre el teclado, la compu y el internet.